NORMAS GENERALES

 

 

1-      Asistencia a los entrenamientos: La principal base de estos es la de mejorar el ambiente del equipo y motivar el equipo. Sin embargo, la incomparecencia desmotiva a aquellos que periódicamente sí acuden y provoca disputas entre los propios jugadores. Los entrenamientos son necesarios para estar atléticos y fuertes.

2-      Mostrar interés: Ninguno de los entrenadores busca obstaculizar, despreciar o desmotivar a ningún jugador. Hay que apostar por el criterio del entrenador  y hablar con él (Apartado 4) todo lo que creas que se puede modificar o ser mejorado. Atender al entrenador, que  trabaja gratuitamente en un servicio a la Parroquia, y mostrar aptitud abierta, es fundamental para el buen desarrollo no solo de un partido, sino de la liga.

3-      Carácter y conducta: Mantener una conducta distendida favorece la motivación de los jugadores y reprenderlos de forma inadecuada (tanto por otros JUGADORES como por el entrenador) destroza la autoestima del individuo, que incluso le puede llevar a desobedecer esta u otras normas.

4-      Diálogo e ideas: Los entrenadores estamos abiertos al dialogo con los jugadores y por tanto, a cambiar estrategias o tácticas siempre y cuando se acerquen posturas de forma civilizada y razonadamente. Por eso, no es necesario callarse las cosas. La falta de dialogo crispa al jugador y esto se transmite al equipo.

5-      Faltas de respeto: Son inadmisibles por parte de cualquier individuo de forme parte de la cúpula del futbol de la Parroquia San Juan de Ávila. Estas situaciones serán comunicadas al miembro del equipo teniendo sus consecuencias. Desde un toque de atención a la expulsión de la liga diocesana.

 

Has de tener en cuenta que estas normas no solo te afectan a ti, ya que formas parte de un colectivo de personas. Cada una de tus acciones es analizada por el resto del equipo.